Los vehículos industriales pesados modernos necesitan aire a presión para numerosas funciones, desde los sistemas de frenado hasta la suspensión, las bocinas y los equipos auxiliares. El componente responsable de suministrar este recurso vital es el compresor de aire para frenos, que es accionado por el motor del vehículo. A menudo denominado el «corazón» o los «pulmones» del sistema de aire, el compresor es responsable de garantizar un suministro continuo y suficiente de aire para el funcionamiento correcto y seguro de todo el sistema.
Entonces, ¿qué es exactamente este importante componente, cómo funciona y por qué es tan crítico su mantenimiento? Echemos un vistazo más de cerca.
Un compresor de frenos de aire es una bomba mecánica que comprime aire de la atmósfera a alta presión y almacena este aire comprimido en los depósitos de aire del vehículo. Suele estar conectado directamente al motor del vehículo (mediante engranajes o una correa) y está listo para producir aire mientras el motor esté en marcha.
Su función principal es garantizar que se almacena suficiente aire comprimido a la presión y volumen adecuados para todas las funciones que requieren aire, como el frenado, el ajuste de la suspensión (ECAS), el cambio de marchas (en algunas transmisiones) y la apertura/cierre de puertas (en autobuses).
La mayoría de los compresores de aire para vehículos pesados tienen un diseño basado en pistones. El principio de funcionamiento es similar al del cilindro de un motor de combustión interna, pero en lugar de quemar combustible, comprime aire:
Este ciclo continúa hasta que la presión en los depósitos de aire alcanza un determinado nivel.
Uno de los mecanismos auxiliares más importantes de un compresor de aire es el sistema de gobernador y descargador. El regulador controla continuamente la presión en los depósitos de aire. Cuando la presión alcanza el nivel máximo especificado (por ejemplo, 120 psi / 8,3 bar), el regulador activa el mecanismo de descarga del compresor.
Mecanismo descargador: Cuando se activa este mecanismo, el compresor deja de comprimir aire pero sigue funcionando porque está accionado por motor. Permite que el aire entre y salga sin ser comprimido manteniendo abiertas las válvulas de admisión o utilizando otro método. Esto evita que la presión del depósito aumente excesivamente, evita que el compresor se esfuerce innecesariamente y ahorra combustible. Cuando la presión del depósito desciende por debajo de un determinado nivel mínimo (por ejemplo, 100 psi / 6,9 bar), el regulador desconecta el descargador y el compresor reanuda la compresión del aire.
El buen funcionamiento de este sistema es fundamental para mantener el nivel correcto de presión de aire y garantizar la longevidad del compresor.
Los compresores de aire pueden desarrollar diversos fallos con el tiempo debido a las condiciones de funcionamiento y a la estructura interna:
La salud del compresor de aire es fundamental para la seguridad de todo el sistema de aire y, por tanto, del vehículo. Por lo tanto, el mantenimiento regular y el diagnóstico a tiempo son fundamentales:
Si se detecta algún signo de mal funcionamiento, debe ponerse en contacto inmediatamente con un servicio profesional. Las averías de los compresores no suelen resolverse por sí solas y, si se descuidan, pueden provocar daños más importantes y costosos (por ejemplo, el fallo de otras válvulas debido a la contaminación del aceite o la corrosión de los depósitos de aire).
El compresor de aire comprimido es una fuente de energía indispensable para los sistemas de frenado y de aire auxiliar de los vehículos industriales pesados. El correcto funcionamiento de este pequeño pero potente componente es crítico para la seguridad, el rendimiento y los costes operativos del vehículo. El mantenimiento regular y adecuado del compresor y de todo el sistema de aire es la base para prevenir posibles averías, evitar costosas reparaciones y, lo que es más importante, garantizar la seguridad vial. No descuide su compresor de aire; respira constantemente por su seguridad.